Según un reportaje de la periodista catalana Neus Palou en el diario matinal de información general español La Vanguardia, de 23 de octubre de 2018, se ha descubierto que los plásticos están llegando a nuestro organismo de la manera más imperceptible.
Miquel Porta, médico, epidemiólogo y académico catalán, investigador del IMIM (Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas), explicó cómo habían llegado contaminantes al interior del cuerpo humano, principalmente a través de los alimentos y sus envases.
Un grupo de ocho investigadores de distintos países europeos desarrolló un estudio que confirmaba la existencia de estos contaminantes en el organismo. Este conjunto de científicos, al igual que Miquel Porta, consideró la contaminación de los alimentos con plásticos como resultado del procesado o envasado.
El informe fue presentado durante la semana de UEG (United European Gastroenterology), en 2018. En el resultado de este estudio de las heces de diferentes personas, realizado por estos expertos en gastroenterología, se hallaron alrededor de 20 partículas de microplásticos por cada 10 gramos de heces. Unos resultados exorbitantes, por lo que se hizo un seguimiento de la dieta de estas personas.
Se encontraron partículas de entre 50 y 500 micras de diámetro (teniendo en cuenta que 1 micra equivale a la milésima parte de un milímetro) de microplásticos, los más abundantes fueron de polipropileno y tereftalato de polietileno, plásticos con los que se fabrican la mayoría de botellas.
Habiendo dos riesgos principales en la ingesta de estas sustancias: el primero, la presencia física de las partículas plásticas; y el segundo, la toxicidad de estas. Se está investigando qué repercusión pueden tener estas sustancias en la salud humana.
Un estudio llevado a cabo en la Universidad John Hopkins (Baltimore, Maryland EEUU) asegura que una persona puede llegar a ingerir unas 37 partículas solo a través de la sal consumida en un año, sin embargo un consumidor habitual de marisco puede llegar a ingerir unas 11.000 partículas plásticas al año.
Además, se ha revelado que estos microplásticos también nos llegan a través de animales marinos que ingerimos, que anteriormente han consumido contaminantes debido a la gran cantidad de plásticos que terminan en el mar.
Los expertos piden más investigaciones sobre el tema dado que no se sabe realmente cuáles son las consecuencias; se cree que el plástico en el intestino podría destruir el sistema inmunológico y ayudar a la transmisión de toxinas o virus dañinos, puesto que estas partículas microplásticas son capaces de llegar a la sangre, al sistema linfático e incluso al hígado.
Aquí os dejamos dos vídeos ilustrativos:
“Los microplásticos ya han llegado al intestino humano”
“Parte del plástico de los océanos termina en nuestros alimentos”
Autoras:
Gala Parra Sánchez
Carolina Suárez Single
Curso: 4º ESO A